CUIDADO CON LAS MOABITAS

Cuando examinamos la historia de Israel, sobretodo su experiencia después del éxodo de Egipto, nos encontramos con una serie de actitudes que este pueblo adoptó, la mayoría equivocadas y que a la larga acarrearon ruina y juicio de parte de Dios.
Una de ellas fue la fornicación. Según el diccionario, la fornicación proviene del latín fornix, bóveda, aludiendo a los locales donde ejercían las prostitutas, y se refiere a todo tipo de relación sexual
no matrimonial. Pero entonces, ¿Cómo es que el pueblo de Dios, quien juró lealtad en el Sinaí y había de mostrase como una esposa santa, ejemplo para las naciones, cayó en semejante abominación?

La Biblia narra que cuando Israel todavía no entraba en la tierra prometida, hubo un falso profeta llamado Balaam a quien el rey de un país llamado Moab contrató para maldecir a los judíos. La razón era que ellos representaban un serio peligro para su nación. Pero, ¿Quién fue Moab? Moab significa en hebreo: La semilla del padre. Esta expresión en el argot criollo sería algo así como “de tal palo, tal astilla” ¿Y quién era el padre de Moab? Moab fue el hijo de Lot por su relación incestuosa con su hija luego de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Entonces, aquí podemos imaginar el perfil social y psicológico de esta raza que se caracterizó por sus inmoralidades y ritos paganos que incluso incluían sacrificio de niños.
El caso es que una y otra vez Balaam, el cual amó el premio de la maldad, tuvo la intención de injuriar al pueblo de Dios, pero no le fue permitido. Es más, hasta una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
Sin embargo, Balaam enceguecido por el lucro, no tuvo mejor idea que aconsejar al rey moabita una nueva táctica contra los hebreos, la que podemos parafrasear de la siguiente manera: “Mire su majestad, yo no puedo maldecir al pueblo de Dios y tampoco se me consiente hacerlo. Pero el Dios que ellos adoran es un Dios muy c
eloso y si ellos comienzan a adorar otros dioses, entonces su ira vendrá sobre su pueblo y los destruirá. Esto es lo que tú debes hacer. Toma unas cuantas de las jóvenes hermosas que están aquí y envíalas allá y que coqueteen con los jóvenes. Que los seduzcan hacia actos de fornicación. Y cuando todos estén involucrados en estos actos, entonces que las jóvenes tomen sus dioses y digan, Mira, éstos son los dioses que nosotras adoramos, ¿quieren acompañarnos y ver como adoramos a estos dioses? “
La historia registra que en muchos de los sistemas religiosos paganos, el acto sexual era una parte de la adoración, el mismo que era acompañado con ritos espirituales invocando rezos y otras fórmulas místicas. Así fue como finalmente los israelitas sucumbieron tal como lo narran las Escrituras: “… el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab…”. (Números 25:1).

Muchos creyentes están olvidando que esa es la misma estrategia que Satanás emplea hoy en día. Todos sabemos que él nos odia y si no fuera por la protección de Dios hace tiempo ya nos hubiera destruido. Entonces, ya que el enemigo no puede maldecir a los hijos de luz y tampoco les abate con las tribulaciones terrenales, saca su as bajo la manga presentándole alguna moabita que lo incite a caer en desgracia.

EL EJEMPLO DE LAS ACACIAS

Hay un punto que deseo considerar. Israel antes de caer, se encontraba en el último campamento previo a cruzar el Jordán desde Moab a Canaán. Ellos moraban en un lugar llamado Sitim, valle aparentemente bien conocido por su sequedad y su esterilidad pero donde había acacias, que eran un género de arbustos y árboles.

Las acacias fueron usadas para hacer varas de madera que estarían en el altar del tabernáculo (Ex. 27:6). Dicho sea de paso, algunas especies de Acacias poseen un sistema de defensa que algunos biólogos consideran como único en el reino Vegetal. En los lugares donde cada individuo se encuentra en contacto cercano con otro, si la acacia es abordada por un depredador de su follaje, la planta reacciona químicamente liberando sustancias que son de transferencia aérea y llegan a las otras plantas "dando la alarma". De inmediato, el resto de los ejemplares comienzan a segregar en sus hojas una sustancia tóxica (éstas cambian de color oscureciéndose) que es dañina en el contacto e ingestión y hasta mortal para el depredador animal (que puede ser por ejemplo un gran mamífero como una jirafa).

Sería muy oportuno tomar el ejemplo de la acacia como analogía, en este caso para Israel a quien le faltó utilizar este método de supervivencia. Sabido es que el diablo siempre apela en primer lugar a ese instinto vital del ser humano llamado deseo sexual, más si se trata de los varones. Sin embargo, ellos si querían podían evitar caer en fornicación pues tenían al Dios libertador quien juntamente con la tentación nos muestra la salida. Pero eligieron dejarse llevar por la concupiscencia, que después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Y eso fue exactamente lo que sembraron, pues cayeron en un día como veintitrés mil. En otras palabras, la inmoralidad de Israel hizo lo que todos los conjuros de Balaam no pudieron hacer: poner a Dios en contra de ellos.

LO QUE DICE LA CIENCIA

Conviene preguntarse entonces: ¿La moral se aprende o es una cualidad que tienen los seres humanos de nacimiento? Según los estudiosos, hay una teoría que se basa en los fenómenos de la percepción. Es decir, cada uno de nosotros tiene una forma de ver la realidad en función a sus prejuicios, experiencias, ideas y creencias, de modo que un mismo objeto o fenómeno puede interpretarse de manera diferente, según quien sea el que lo experimente.
A mi entender, y aunque sea tosco decirlo, en la actualidad la mayoría de hombres no piensan con el cerebro sino con las hormonas, y es que el mundo está rendido a los pies de la inmoralidad, el desenfreno y la pornografía.
A propósito, la pornografía es una actividad comercial que deforma, enferma y empobrece la psiquis humana. Madonna, la famosa cantante norteamericana, opinó acerca de esto último: "No creo que la pornografía degrade a las mujeres. Las mujeres que la practican quieren hacerlo. Nadie les está apuntando con una pistola a la cabeza. No entiendo cuál es el problema”. Pienso que aquí Satanás cuenta con una excelente ministra para su causa.

Además los psicólogos advierten que cuando un hombre observa pornografía, una sustancia química es liberada en el cerebro. Esta emisión causa una profunda impresión de la imagen visual al ser almacenada en la mente y queda una especie de huella o tatuaje. Luego, aún a pesar del tiempo, ocurre una liberación de esta sustancia aún mayor, haciendo de esta manera que la impresión de la imagen sea aún más marcada. Dichas imágenes pueden hostigar a un hombre por décadas.
No dudo de que las moabitas para seducir a los hebreos hayan empleado muchas artimañas no sólo de palabrería sino también por la indumentaria que lucían. Recordemos que todo culto pagano conlleva a la inmoralidad, tanto así que incluso el mismo rey Salomón, con toda la sabiduría que tuvo, al final cayó rendido ante los encantos moabitas al punto de construir un altar al dios perverso Quemós en Jerusalén (1 Reyes 11:7). Esto a pesar que Dios lo había advertido cuando dijo: “No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses”.

LAS MOABITAS AUN SIRVEN A SATANAS

Con suma tristeza y dolor he visto a hermanos caer en este mismo juego. Y no solamente jóvenes sino incluso varones aparentemente fuertes y maduros en la fe, pero igualmente sujetos a pasiones y deseos. Todo comienza muy sutilmente, luego el proceso continúa hasta llegar al punto de abandonar las responsabilidades ministeriales y finalmente dejar de congregar. Conozco a un amigo que el diablo zarandeó y sostuvo gran combate de padecimientos, sin embargo se mantuvo firme y me era de inspiración. Pero fue una moabita disfrazada de oveja quien se cruzó por su camino y ahora está envilecido, tanto que su aspecto ya no refleja paz. Ruego a Dios que si no es con palabras o advertencias sea la disciplina propicia para traerlo de vuelta al redil, pues es seguro que nadie lo arrebatará de la mano del Señor.

Por lo tanto, todo esto nos enseña que la amistad del impío es más peligrosa que su enemistad, pues nada puede vencer al pueblo de Dios si no son derrotados por la concupiscencia; ni puede herirlo un encantamiento, sino la seducción de los intereses y placeres mundanos. Sería bueno recordar que “el Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente” y que nunca olvidemos cómo y de dónde nos rescató y qué cosa nos dio como herencia por su gran misericordia. Hermanos, no perdamos el galardón, sigamos pacientes para obtener la promesa, porque: ¿Es de sabios menospreciar la gracia de Dios?
Consideremos que nuestros peores enemigos son los que nos llevan a pecar, pues ese es el mayor daño que una persona puede hacernos. Por algo Jesucristo advirtió: “… no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.


2 comentarios:

Unknown dijo...

He quedado asombrado con todo esto, realmente es verdad, queremos ayudarle a Dios y nos creemos fuertes, el no someternos a la voluntad de Dios nos hace caer y somos buenos para señalar y todo esta en creer que Dios nos libra y proteger el uno con el otro, justo como los árboles que menciona, la amistad con el mundo solo tristeza y derrota trae el diablo y sus secuaces nos andan exhibiendo como yrofeoa cuando se cae em pecado y a causa de nuestras concupiscencia.

Unknown dijo...

Muy cierto.