NO HAY RAZON PARA TEMER

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. (41:10)

He aquí la promesa divina que viene como bálsamo en medio de la tempestad. “No temas”, implica el no asustarse, amedrentarse o quedarse espantado. Dios dice: “yo estoy contigo”, palabra que arrebata de un tirón cualquier circunstancia que esté atemorizando nuestro ser.

Y es que sería mentira pregonar que nunca tenemos miedo, que la vida cristiana con sus avatares no infunde cierto grado de temor ante una posible tribulación o aún en medio de ella. El diablo es experto en manejar estas artes, tiene siglos haciéndolo, lo consiguió con los espías que fueron a Canaán. Su propósito es que seamos cristianos de poca monta, asustadizos, que no avancemos, y le pongamos límites a Dios ya sea en nuestra comunión o en el servicio.

Pero si Dios es con nosotros, ¿Quién contra nosotros? Porque el Señor no nos ha dado espíritu de cobardía y ha prometido que nadie nos arrebatará de su mano, ni aún nosotros mismos lo podemos hacer. Pero, ¿Qué significa que nos sustentará con la diestra de su justicia? No es más que Dios tiene preparada su mano derecha para sostenernos de acuerdo a la fidelidad de sus promesas.

Por lo tanto, el Señor es nuestra fortaleza, y aunque se junten enemigos y angustiadores contra nosotros, ellos tropezarán y caerán. Aunque un ejército de demonios acampen y levanten guerra en contra nuestra, no debemos temer, vivamos confiados porque Papá nos protege.

No hay comentarios: