DE GUSANO A TRILLO

“No temas, gusano de Jacob… yo soy tu socorro, dice Jehová… He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo”. (41:14-15)

Muy dinámica la comparación en lo que viene a ser un “gusano” pequeño, diminuto, que todos abominan y desprecian pisoteándolos, con lo que viene a ser un “trillo nuevo”, herramienta dentada que se arrastra sobre el terreno para romper los terrones de tierra después de haber arado.


Ambas cosas son potencialmente muy distantes entre sí, pero sin embargo ilustra lo que viene a ser el hombre delante de Dios, como un gusano, pobre y perdido, figura despreciable y ruin. Así éramos antes de que Dios nos socorra: hijos de ira, llenos de maldad, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó y nos convirtió en “trillo nuevo” por medio del nuevo nacimiento. Trillo que utiliza para moler montes y collados, es decir, ahora tenemos el poder para destruir toda fortaleza derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.

Porque Él mismo dijo: “Recibiréis poder de lo alto”, y ese es el poder que ahora tenemos por el Espíritu Santo que mora en nosotros. Pero sabiendo esto, jamás debemos olvidar cómo éramos antes de conocer a Dios y cómo por su gracia nos cambió de gusano a trillo nuevo y fuerte.

No hay comentarios: